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Sábados: de 09:00 a 13:00.
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Hace 60 años, Juan Cruz Ayestarán fundó la joyería y relojería Ayestarán. En un principio, la tienda abrió sus puertas en la calle Fermín Calbetón de la Parte Vieja Donostiarra, más tarde ampliando el negocio y inaugurando 3 tiendas más, dos de ellas en la Parte Vieja y una en Azkoitia. Actualmente, sus hijos son los propietarios de estos establecimientos. La empresa se dedica al sector minorista con venta directa en el comercio así como al sector mayorista, con el compromiso de fabricar nuevos artículos de no gustar ninguno de toda la variedad existente en las tiendas, a gusto del consumidor, en el menor tiempo posible. Lo que comenzó como una pequeña joyería y relojería hoy en día ofrece mucho más: joyería hecha a medida, por encargo, alianzas de boda, medallas identificativas, etc. producidas en el taller de joyería propio de la empresa. Todo tipo de relojería: de bolsillo, de pulsera, de pared, de kuku, antesala y sobremesa de primeras marcas, también producidos en el taller de relojería propio, que les permite a su vez reparar todo tipo de relojes.
Según pasaron los años, Joyería Ayestarán quiso crecer y abarcar nuevos sectores, incorporándose así al sector de trofeos y artículos de regalo, para hoy en día poner a disposición de sus clientes una carta muy amplia de productos: platería de alta calidad, reproducciones en miniatura de todo tipo de objetos, monumentos o lugares emblemáticos, artículos para congresos, placas de homenaje, esculturas de bronce, anagramas, trofeos, gran surtido de vajillas y cristalería, artículos de escritura y fumador, porcelanas de Algora, trofeos deportivos. También realizan enmarcaciones a medida y para ello cuentan con varios tipos de molduras. Txapelas y pañuelos bordados, pins, banderines deportivos, llaveros, insignias y finalmente grabados en todo tipo de objetos metálicos y de cristal, con posibilidad de grabar fotos y logotipos…
Un comercio variado, que ha crecido y se ha consolidado en el mercado joyero de San Sebastián como uno de los más importantes. Su calidad, su buen servicio y funcionamiento además del trabajo y esfuerzo de sus propietarios y trabajadores les permite seguir adelante con este trabajo familiar que empezó su padre.